Este curso 19/20 he comenzado a impartir una asignatura íntegramente en inglés en el primer cuatrimestre y lo estoy haciendo con otras dos en el segundo cuatrimestre. Es algo que la universidad demanda para atender la gran afluencia de estudiantes extranjeros y, dado que tengo el certificado C1 y cierto nivel, puedo hacer sin problemas.
Aunque globalmente considero positivo el uso del inglés, es cierto que plantea ciertos inconvenientes, que paso a enumerar:
Los profesores podemos tener un nivel aceptable de inglés para comunicarnos, pero creo que la mayoría no tenemos un nivel suficiente para transmitir ciertas ideas complejas, que requieren de matices y expresiones complejas. Eso creo que solo lo tienen los nativos o los que han tenido una inmersión de varios años en el uso de un idioma. Y, aunque el profesor llegue a tener ese nivel tan alto, si los alumnos tienen un nivel medio de inglés, utilizar un vocabulario sofisticado probablemente tenga un efecto negativo. Cuando los alumnos son españoles, como me ha sucedido en el primer cuatrimestre, siempre se puede hacer una pequeña pausa, para explicar ciertos detalles con expresiones en español, pero normalmente en estas clases hay alumnos extranjeros, con lo que esas pausas en español no son viables.
Inicialmente pensaba que esta oferta de asignaturas en inglés iba dirigida, tanto a alumnos extranjeros como a españoles que desean recibir educación en inglés, con las ventajas que eso puede conllevar. Pero, aunque esté así pensado, los españoles, por muy buen nivel de inglés que tengan (y algunos tienen un nivel más cercano al C2 que al C1), no escogen recibir las clases íntegramente en inglés. Me da la impresión de que, igual que para un profesor dar clases en inglés supone un esfuerzo adicional, para un alumno sucede lo mismo. Al final tienen que esforzarse más en clase para entender los conceptos, preparar las actividades les lleva más tiempo y estudiar para el examen cuesta más. Son bastante prácticos y deciden optar por la opción más fácil en su lengua materna, que seguramente les reporte mejores notas con el mismo esfuerzo.
Mis cifras me dicen que solo he tenido alumnos españoles en la asignatura que no tiene grupo en español (obligatoria en inglés). En las otras dos, en las que hay grupo de español y de inglés, la totalidad de los casi 40 alumnos matriculados son extranjeros. Esto me dice que, al contrario de lo que sucede en Países Bajos, donde se está perdiendo el uso de la lengua local en detrimento del inglés, en España no vamos a tener ese problema en el corto plazo. Tengo dudas sobre lo que podría pasar si una gran universidad pública española (con competencia cercana) comienza a ofrecer titulaciones exclusivamente en inglés. Mi impresión es que lo que tendría alumnos extranjeros casi en exclusiva, aunque quizás para cierta titulaciones eso sea el futuro.