Se habla mucho de “poner en valor” ciertas atracciones turísticas, que actualmente no son apreciadas y una de las formas de hacerlo es a través del llamado storytelling. Creo que un buen ejemplo para explicar este concepto es el caso de la torre retorcida de Chesterfield (Chesterfield’s Crooked Spire).

Como se puede observar en la fotografía, es una torre de iglesia de madera que se ha retorcido sobre si misma y además está ligeramente inclinada. En la información turística oficial se dan datos convencionales sobre el monumento, a la vez que se tratan de explicar las posibles razones técnicas que han llevado al singular deterioro del monumento.

Pero lo realmente interesante son las leyendas que hablan de cómo se torció de la torre:

  • La primera explica que una chica virgen iba a contraer matrimonio y la torre se giró para contemplar tan sorprendente acontecimiento. Dice la leyenda que cuando otra novia virgen se dirija al altar, la torre volverá a girarse y recuperará su estado inicial.
  • Hay también varias versiones que hablan de que el mismísimo diablo se sentó sobre la punta de la torre (con dolorosas consecuencias) y, por una razón u otra, acabó retorciendo la torre con su cola.

Esto suena divertido, pero no parece suficientemente serio y coherente, como para ser incluido en la información turística oficial. Ingenieros e historiadores se ofenderían por tratar de explicar el fenómeno de una forma tan ridícula. Pero lo cierto es que las explicaciones científicas son aburridas y las leyendas son divertidas, sobre todo si incluyen humor, sexo y demonios.

En Chesterfield tienen muy claro, desde hace tiempo, que apostar por el storytelling resulta mucho más rentable que la rigurosidad histórica. Los folletos turísticos oficiales y la información sobre el monumento en internet, incluyen la referencia a esas leyendas. Además el símbolo de la ciudad es esa torre torcida y la incluyen en cualquier elemento de comunicación oficial.

Durante el año 2000 residí 6 meses en esa pequeña ciudad del centro de Inglaterra. También tuve la ocasión de hacer una visita guiada que lleva hasta el interior de la torre, constatando que los guías hablan sobre estas leyendas abiertamente. El año pasado volví a este lugar y parece que todo sigue igual.

Storytelling en Turismo. Humor, sexo y demonios.
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