A cualquier hotelero le gustaría mejorar su puntuación en TripAdvisor y algunos pretenden hacerlo sin mejorar la calidad de los servicios prestados. Para ello escriben opiniones, simulando ser clientes que han estado alojados en su establecimiento. La otra opción es contratar a alguien para que haga este trabajo, tal y como se puede observar en algunas webs o se ofrece a muchos hosteleros vía email.
En ambos casos es posible tener éxito y que TripAdvisor no detecte que se están “haciendo trampas”. Pero para ello se debe ser bastante metódico, utilizando ciertos procedimientos que ya comentaba en un post anterior.
Personalmente dudo mucho que aquellos agentes que ofrecen opiniones a 10 euros o menos tomen todas esas precauciones, simplemente porque en ese caso no sería un trabajo rentable. Eso hará que aumenten las probabilidades de que TripAdvisor detecte algo sospechoso y acabe tomando medidas contra el hotel.
Resulta también evidente que, en caso de no quedar satisfechos con el servicio recibido, no habrá forma de reclamar nada al proveedor, dado que se trata de una actividad de dudosa legalidad. Además se corre el riesgo de que puedan amenazar o chantajear al hotelero con escribir opiniones negativas o incluso introducir opiniones positivas de forma masiva para forzar la penalización del hotel.
Probablemente no merezca la pena tomar los riesgos que implica escribir opiniones falsas, además de las implicaciones éticas que ello tiene. Aunque lo realmente arriesgado es encargar a desconocidos que hagan ese trabajo por nosotros.
